¿Cuándo fue la última vez que te miraste al espejo? No para revisar tu outfit o acomodarte el cabello. Sino para verte, de verdad. Para observar tu reflejo con paciencia, con cariño, con orgullo,
En un mundo donde el ruido externo es constante, parar y conectar contigo frente al espejo puede ser un ritual poderoso. Y si tu piel es sensible, estos momentos también son perfectos para elegir cómo quieres cuidarte, con intención y suavidad.
Aquí te dejamos algunos consejos para convertir ese momento en algo tuyo, sin prisa, sin juicio, con todo el amor que mereces:
1. Mírate con ternura
Haz del espejo un espacio seguro. Habla contigo como lo harías con tu mejor amiga. Reconoce todo lo que te hace fuerte, única y hermosa.
2. Cuida tu piel sensible como se merece
Elige productos que cuiden tu piel. Si decides depilarte, hazlo con fórmulas pensadas para ti, como las de Nair:
* Tiras de Cera Fría para Piel Sensible: ideales para rostro, axilas o piernas. Con extracto de manzanilla para calmar y cuidar tu piel hasta por 4 semanas.
* Crema Depilatoria Facial para Piel Sensible: sin tirones, suave y efectiva en minutos. Perfecta para zonas delicadas.
3. Hidrata, respira, reconecta
Después de depilarte, aplica una crema humectante y aprovecha para darte un pequeño masaje. Siente tu piel, respira profundo y agradece tu cuerpo por todo lo que hace por ti.
4. Crea tu ritual
Una taza de té, tu playlist favorita o unas palabras bonitas en voz alta. Lo importante es que cada paso hable de ti, para ti.
Frente al espejo también se vale apapacharte. Y si eliges depilarte, que sea por ti, con productos que acompañen tu decisión con respeto.